La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, padres orgullosos en el debut de su hijo
Atenas acogió en la tarde del sábado una de las bodas más esperadas de la realeza. Philippos de Grecia y Nina Flohr se dieron el ‘sí, quiero’ en la catedral de la Asunción de Santa María de la capital griega. Enlace al que asistieron doña Sofía y la infanta Elena, quienes se mostraron muy cómplices. Sin embargo, llamó la atención que la infanta Cristina no acudiese junto a su madre y su hermana, pero ahora se ha conocido el motivo por el que se encontraba a miles de kilómetros. La hermana menor del Rey Felipe VI causó baja en la lista de invitados para estar al lado de su hijo, Pablo Urdangarin, ya que el joven de 20 años debutaba como jugador de balonmano del Barcelona, que se enfrentaba en la octava jornada de la Liga Asobal al Bada Huesca.
Pablo Urdangarin, un jugador más del Barcelona./Gtres
En las gradas, muy orgullosos estaban los padres del nieto de don Juan Carlos, atentos a cualquier movimiento de su hijo. Fue a los 19 minutos cuando Pablo Urdangarin saltó al terreno de juego para sustituir a Blasz Janc. Además, marcó 3 de los 39 goles que le dieron la victoria al club blaugrana.
Cuando terminó el partido, el sobrino del Rey se acercó hasta donde estaban sus padres y otros acompañantes. Durante esos minutos, Pablo e Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina intercambiaron miradas cómplices, además tampoco faltaron los gestos de cariño y admiración por el deportista que sigue los pasos de su progenitor.
Pablo Urdangarin jugando un partido de balonmano./Gtres
Además, la Infanta no pudo evitar sacar su teléfono móvil para inmortalizar este importante paso en la carrera deportiva de su hijo, y no dudó en realizarle algunas fotografías con la equipación del equipo en el que juega. Pablo Urdangarín, que cumplirá años el próximo mes de diciembre, lleva formando parte del Barcelona desde hace aproximadamente un mes. Gracias a su esfuerzo y trabajo el primo de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía ha pasado de jugar en el segundo equipo a uno de primera. De esta manera, desmuestra el talento que ha heredado de Iñaki Urdangarin.
Pablo Urdangarin durante un partido de balonmano en 2019./Gtres
Tras los pasos de su padre, Iñaki Urdangarin
Pablo Urdangarin ha dejado patente cuál es su gran pasión: el balonmano. Iñaki Urdangarin, otro apasionado de esta modalidad deportiva llegó a jugar en la Selección Española de Balonmano y logró dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta y Sidney.
Iñaki Urdantarin con dos balones de balonmano el día que se retiró./Gtres
Eso no es todo porque el nieto de doña Sofía luce en su dorsal el número 77, un número cargado de significado tanto para él como para su padre, quien en su día llevaba el número 7 cuando era jugador profesional de balonmano. Esta es, sin duda, una manera de homenajear al marido de la infanta Cristina.